Pollo entero al horno
- Condimentación
Para que el pollo al horno quede en su punto de sabor, tan sólo necesitamos condimentarlo con sal y pimienta. Es importante salpimentar, especialmente, el interior del pollo, pues de esta condimentación depende el sabor de la carne, concretamente el de la pechuga. El exterior se puede condimentar sólo con pimienta, prescindiendo de la sal para evitar la sequedad.
A esta mezcla básica se pueden añadir otras especias al gusto de cada uno: comino, chile, cúrcuma, pimentón, etc. La mezcla seca de especias se puede enriquecer con salsa o concentrado de tomate, zumo de limón, lima o naranja, yogur, kefir, aceite o, incluso, agua. Obtendremos, con ello, una pasta con la que untar bien el pollo por todos sus recovecos, por dentro y por fuera.
- Relleno
Este viejo truco merece un lugar entre nuestras recomendaciones. Introducir un limón en el interior del pollo aporta aroma, jugosidad y sabor al resultado. Si queremos que todo esto se vea potenciado le podemos dar hervor corto al limón y pincharlo con un cuchillo, o cortarlo en dos mitades, antes de introducirlo en el pollo. Hay quienes, como Gordon Ramsay, completan el relleno con una cebolla troceada o chorizo. Otros le añaden champiñones, yogur, etc.
- Engrasado de la carne
Extender una capa de mantequilla entre la piel y a carne de las pechugas es una manera efectiva de aportar jugosidad y sabor, pues la grasa penetra en la carne al derretirse por efecto del calor. Este truco se puede sofisticar si preparamos una mantequilla compuesta y la aromatizamos con pasta de ajo, sal, pimienta, ralladura de cítricos, hierbas, especias, etc. Al igual que con la condimentación, aquí se puede jugar con las mezclas de especias para dar toques de sabor diferentes.
Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente y que la mezcla de condimentos, de optar por hacerla, sea homogénea. Entonces, con la mano, se introduce entre la piel y la pechuga del pollo y se extiende con cuidado. Tanto desde la parte trasera como desde el cuello hay que ir despegando con los dedos la piel de la carne para introducir la mezcla, procurando que la piel vuelva a quedar después bien sellada.
- Reposo
Después de condimentado, relleno y engrasado el pollo, conviene dejarlo reposar una o dos horas (a temperatura ambiente si no hace calor y en frío si la temperatura ambiente es elevada) antes de introducirlo en el horno. El reposo ayuda a que la carne se impregne de matices y aromas y garantiza una explosión de sabor cuando sea degustado.
- Hidratación
Por último, para que el pollo no se seque en exceso durante la cocción, se puede frotar con aceite, caldo y/o agua justo antes de introducirlo en el horno. Para ello, nos engrasamos o mojamos las manos y masajeamos bien el pollo asegurándonos de llegar a todos sus rincones.
- El tándem temperatura y tiempo de cocción
Como norma general, pre-calentamos el horno a 180 ºC y calculamos el tiempo de cocción necesario en función del peso del pollo: 30 minutos por cada 500 gramos, volteándolo a la mitad.
La colocación en el horno
Sobre una rustidera con rejilla o directamente sobre la rejilla del horno.
- La verdura
Cogemos una fuente apta para hornear, la engrasamos con un chorreón de aceite de oliva y colocamos encima las patatas, los champiñones laminados, las cebollas, los pimientos, la zanahoria y los ajos entero machacados bien repartidos y agregamos sal por encima de todo lo anterior. Vertemos el caldo de pollo por encima, que puede ser un caldo que hayamos hecho previamente en casa o bien comprado en el supermercado.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario coone.